Oreirb-ats
GARRIDO ÁLVAREZ, NOÉ
–17 de abril de 2055. 19:18 horas
»Estoy intentando acceder a la red estatal para piratear la web del Ministerio de Cultura y suplantarla por un "juego" muy divertido con el que los políticos se podran divertir. Si todo sale bien, mañana la web estará inaccesible y mi aplicación en línea replicada en los servidores complicando su eliminación.
–¿Qué haces, hermano?
–¡Calla! ¿No ves que estoy ocupado?
–Siempre estás ocupado y no jugas con nosotros, y yo me aburro jugando solo con Ismael.
–Estoy ocupado en algo importante. Ahora voy.
–Ocupado, ocupado… ¡Siempre estás con eso y no quieres estar con Isma y conmigo!
–¡A ver esos gritos! –la madre de ambos menores alza la voz para poner algo de orden.
–Si me dejas media hora, te prometo que voy con vosotros a jugar.
–Media hora.
–Te lo prometo –sonrió.
El mediano de tres hermanos desapareció de la habitación del mayor esperando a que éste cumpliera con su palabra.
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18 de abril de 2055. 15:05 horas.
–"Un grupo de hackers a tomado el control de la red del Estado y ha suplantado la web del Ministerio de Cultura por un juego online de contenido sexual…"
–¿Grupo? –se indignó el muchacho. ¡Y una mierda!
–Esa boca, Noé –gritó la madre al escuchar a su hijo decir la palabra en cuestió de forma clara.
–"…dándose los paso necesarios para logra identificar a los autores…"
Noé palideció. No sabía si había logrado borrar de forma eficiente su rastro en la web ni si había tomado las precauciones necesarias de forma correcta para pasar desapercibido en aquellos lugares donde eso fuese imposible.
El muchacho se levantó del sofá y se dirigió a su cuarto, encendió su terminal y comenzó a teclear a gran velocidad una serie de comandos. A pesar de sus 11 años de edad, estaba claro que controlaba aquello con soltura, por lo que fuese lo que fuese aquello que hiciese, era patente que lo hacía con firmeza y seguridad.
Alguien llamó a su integrado.
–¿Dime? –Respondió.
–¿Es cierto que la luna brilla más en Pekín que en Canadá?
–Quien ponga eso en duda, realmente mal lo pasará.
Esa forma de hablar era vital para Noé y sus amigos en aras de protegerse ante la posible intervención de las comunicaciones.
–¿Has visto las noticias? Por lo visto "alguien" ha suplantado la web de Cultura por un juego porno online.
–Sí, cuanto sinvergüenza hay suelto. Más valdría que se dedicasen a hacer cosas por los demás en lugar de esas chorradas.
–Bueno, ¿quedamos esta tarde?
–Faltaría más.
–Nos vemos en el parque.
La comunicación se cortó y una leve sonrisa se esbozó en el rostro de Noé. Sabía que había conseguido hacer aquello que se había propuesto, pero ahora tenía que cerciorarse de que nada pudiera implicarlo en aquella gamberrada. Había nacido el "alter ego" de Noé; había nacido Noega.
