top of page
RIAL, HÉCTOR
Encabezonado en ser alguien más de lo que sus padres le podían proporcionar, Héctor se empeñó en llegar alto por la vía rápida y se posicionó como el gran líder de una organización encubierta en banda callejera con la intención de controlar más de lo que cualquier ser humano por sí solo pudiese abarcar.
Así, más pronto de lo que creía, se hizo con gran parte del territorio valenciano reclutando a jóvenes demasiado alocados como para comprender en el sitio en el que se metían; un grupo al que hizo llamar "Los elegidos de Dios", dada su peculiar obsesión con las religiones. Hasta tal punto estaba obsesionado con aquello, que adoptó el nombre de Yahveh e instó a sus inmediatos subordinados a buscarse nombres hebreos, a ser posible, para que su pequeña locura no se hiciese demasiado patente.
Bastante agresivo y autoritario, impone su ley gracias a amenazas varias y actos repulsivos contra todo aquel que se le opone, cosa que consigue con mayor facilidad gracias a su corpulento y musculoso cuerpo lleno de tatuajes y piercings localizados, sobre todo, en su cara.
Tiene sometido a todo el pueblo en el que reside, imponiendo un toque de queda nocturno involuntario en los ciudadanos por temor, éstos, a que, como mínimo, se les robe y, en el peor de los casos, asesine.
Es tremendamente temido y respetado incluso por los que tiene por encima de él.
2/2
bottom of page